No se equivoquen. Aunque la obra, estrenada el pasado viernes, presenta ciertos apuntes a mejorar, así como otros apuntes negativos externos a la obra en sí, el título de la reseña se acerca más al nuevo estilo, no tan radical como cabría esperar, de la nueva función de la compañía de teatro de Almendralejo, La Diosa Cómica. Grupo que siempre ha destacado, como su nombre indica, por el género de comedia, excepto la Noche de Ánimas, y que le ha estado funcionando siempre.
Cuadros de una Exposición se estrenó ante una baja afluencia de público, en el teatro Carolina Coronado, Almendralejo. Y a pesar de todo, el teatro volvió a dar rienda suelta a sus graves problemas de acústica. Esto perjudicó a aquellos que no se sentaron en las primera filas, perdiéndose por el camino matices que le daban gran calidad a una obra de mayor complejidad a las mostradas anteriormente por La Diosa Cómica.
Hacía bastante tiempo que no iba al teatro, por lo que ya tenía ganas de pisar la nueva moqueta y otras mejoras realizadas en este, que lo habían mantenido cerrado durante un mes. Como si de la misma inauguración se tratara, allá en 1917, tomé asiento con la ilusión de un niño con zapatos nuevos. Por megafonía se anunciaba que la obra iba a comenzar; se apagaron las luces; acción...
La primera escena transcurría en una sala de interrogatorio en la que uno de los actores, el interrogado, suspiraba amargamente por el interrogatorio que estaba sufriendo, esposado, sin ser capaz de entender qué estaba ocurriendo. Esa primera escena fue el preludio de lo que los espectadores sentirían durante gran parte de la obra. Al igual que le ocurría al protagonista, las escenas se sucedían sin saber qué pasaba; sin entender nada, o casi nada. Ya advirtió el guionista/director/actor Jesús Lozano que la obra contenía elementos ficticios que le daban un toque de ciencia ficción y resultaba todo un reto plasmarlo sobre el escenario. Así pues, los cinco actores/actrices pusieron toda la energía para salvarla con una buena nota. Y es que el contrapunto cómico, sobretodo de la mano de un Jesús Lozano en su salsa, con un personaje escrito a su medida, nos volvían a absorber de lleno en la historia, que tuvo unos 20 minutos finales apoteósicos, con un ritmo alto, justo cuando todos los ingredientes se habían puesto sobre la mesa, y la mencionada historia cobraba un sentido real y único... o no (NO SPOILER) Los cinco actores/actrices: tres mujeres y dos hombres, todos rayando a un nivel bueno, tomaron el primer plano, y la acción cogió impulso junto a la comedia, dando cobijo al drama, y es que ya avisé al principio de que la obra posee tintes trágicos (tragicoña, como anuncia la compañía en el cartel). Toda esta estampa desarrollada en una Galería, en la que tanto el decorado como la vestimenta de los
actores/actrices lucían de forma conceptual respecto al rol que ocupaban sobre las tablas de madera.
La obra se alargó a las casi dos horas, y a pesar de que hubo momentos algo pesados (aquellos en los que se representaban los cuadros en los sueños), el desarrollo se llevó de forma amena. Si bien, la obra necesita una especial atención y, sobretodo, mucha paciencia para poder encajar todas las piezas del puzzle.
Tras esta primera experiencia, La Diosa Cómica continuará mostrando esta obra por otras muchas localidades de la región de Extremadura, donde eso sí, para entonces esta impresión quedará caduca, a la espera de que su madurez haga ensalzarla como una de las obras revelación del año.